Durante la conducción se produce un curioso efecto relacionado con la visión, denominado efecto túnel. Vamos a ver por qué se produce este curioso efecto y qué consecuencias tiene sobre la seguridad vial.
Pero para comprender el fenómeno, primero tenemos que saber qué es la visión periférica:.
¿Qué es la visión periférica?
Cuando dirigimos nuestra vista hacia el frente, captamos conscientemente toda la información visual recibida en esa dirección. Pero nuestros ojos también ven parte de lo que sucede en los laterales del campo de visión.
No somos muy conscientes de ello, porque nuestro cerebro está concentrado en procesar la información visual recibida de forma más directa, que es la que procede de lo que tenemos enfrente.
Pero la realidad es que vemos cosas que suceden a izquierda y a derecha, sin ninguna necesidad de mover la cabeza hacia uno u otro lado. En caso de que supongan un peligro o amenaza, el cerebro nos alerta y reaccionamos de manera inmediata para sortear esa amenaza o peligro.
Cuando estamos parados, nuestro ángulo de visión periférica es de 180 grados. Es decir, percibimos todo lo que sucede enfrente, a izquierda y a derecha.
El efecto túnel y su influencia en la conducción
Infografía: DGT
El efecto túnel es la disminución del ángulo de visión periférica y se produce como consecuencia del movimiento hacia adelante. Según la velocidad de desplazamiento va aumentando, disminuye nuestro ángulo de visión periférica.
A modo de ejemplo, cuando circulamos a 65 km/h nuestro ángulo de visión periférica se reduce a 72 grados, a 100 km/h disminuye hasta 42 grados, a 130 km/h es de 30 grados y a 150 km/h de solo 18 grados. Hablando coloquialmente, a esa última velocidad prácticamente solo vemos lo que tenemos delante de nuestras narices.
Por lo tanto, cuanto más rápido vayamos, menor capacidad tendremos de percibir personas, obstáculos u objetos situados a nuestra izquierda y derecha.
Por eso aumenta notablemente la probabilidad de sufrir un accidente: únicamente captaremos el obstáculo fuera de nuestro campo de visión periférica, sea este un vehículo, un animal, una persona o un objeto, en el preciso instante en que se produzca la colisión.
Es decir, a todos los efectos, somos conductores totalmente ciegos en lo que se refiere a los obstáculos situados fuera nuestro campo de visión periférica.
El alcohol y algunas drogas también producen efecto túnel
Adicionalmente, el alcohol y algunas sustancias psicotrópicas también producen efecto túnel. Así que si hemos ingerido alguna de esas sustancias, nuestro campo de visión periférica se reduce aún más, multiplicando las posibilidades de que no seamos capaces de evitar un impacto contra un objeto o persona que proceda de los bordes laterales de la calzada.